Reflexión Nº15: Preparar el camino y amar más
- Lasvocesdecristo ♪♫
- 20 dic 2024
- 3 Min. de lectura
PODCAST · Lectura y Reflexión
Buenos días. Buenas tardes, queridos hermanos, queridas hermanas, queridos niños, soy el padre José y comparto con ustedes la palabra de Dios.
Del evangelio de San Lucas:
Cuando los enviados de Juan el Bautista partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia están en los palacios de los reyes. ¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta? Les aseguro que sí, y más que un profeta. Él es aquel de quien está escrito: ‘Yo envío a mi mensajero delante de ti para preparar tu camino’. Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan. Y sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él. Todo el pueblo que lo escuchaba, incluyendo publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los doctores de la ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos".
Palabra del Señor.
Reflexión:
Hermanos, hoy es la continuación del evangelio de ayer. Apenas se van los discípulos de Juan, quienes le habían preguntado a Jesús si era Él el que debía venir o debían esperar a otro, Jesús comienza a hablar de Juan a la multitud: "¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Un hombre vestido con refinamiento?" Ellos no viven en el desierto, y es muy raro que den testimonio o sean profetas verdaderos de Dios. Ellos viven en palacios, visten lujosamente y viven en la opulencia.
"¿Qué fueron a ver? ¿Una caña agitada por el viento?" La caña se dobla en dirección donde sopla el viento; no tiene coherencia. Son como el camaleón: cambian de color según la ocasión. "¿Qué fueron a ver? ¿Un profeta?" Yo les digo que es más que un profeta. Él es el último profeta del Antiguo Testamento. Él es el que prepara el camino.
Por su palabra y su coherencia de vida, todo el pueblo que lo escuchaba, hasta los publicanos y pecadores, aceptaban su bautismo. Pero los escribas y fariseos lo rechazaron. Sin embargo, Juan fue un profeta excepcional por su vida austera, por la energía y la libertad con que hacía su denuncia y su anuncio. Por su fidelidad a Dios, fue coherente hasta la muerte. Por eso no es una caña agitada por el viento.
Tanto era el profeta Juan, que tal vez Jesús, en algún momento, haya sido su discípulo. Sin embargo, la misión que llevó a cabo Jesús fue muy diferente. Jesús toma distancia y omite muchas cosas que Juan predicaba.
Es un ejemplo para nosotros la actitud del pueblo y de los publicanos y pecadores, que supieron aceptar a Juan el Bautista y también a Jesús. Ambos, pobres y humildes, pero ricos en la presencia de Dios. Dios se manifiesta en el humilde, en él se complace. No busquemos a Dios donde no está.
El Adviento nos ayuda a vivir y abrir los ojos, y a poner nuestro corazón en sintonía con lo que propone desde siempre la voluntad de Dios, que pasa por amar y más amar.
Y que la bendición de Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.
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