Reflexión Nº2 · Hacer el bien, sin mirar a quién
- Lasvocesdecristo ♪♫
- 16 sept 2024
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 17 sept 2024
PODCAST · Lectura y Reflexión
Buenos días. Buenas tardes, queridos hermanos, queridas hermanas, queridos niños, soy el padre José y comparto con ustedes la palabra de Dios.
Del evangelio de San Lucas:
Un sábado, Jesús entró en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había allí un hombre que tenía la mano derecha paralizada. Los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús para ver si sanaba en sábado porque querían encontrar algo de qué acusarlo. Pero Jesús, conociendo sus intenciones, dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate y quédate de pie delante de todos". Él se levantó y permaneció de pie. Luego les dijo: "Yo les pregunto, ¿qué está permitido en sábado? ¿Hacer el bien o el mal, salvar una vida o perderla?" Y dirigiendo una mirada a todos, dijo al hombre: "Extiende tu mano". Él la extendió y su mano quedó sana. Pero ellos se enfurecieron y deliberaron entre sí para ver qué podían hacer contra Jesús. Palabra del Señor.
Reflexión:
La escena de hoy en la sinagoga es patética. Es increíble solo pensar en el lugar donde se desarrolla y por las motivaciones que nos mueven. Ir a la casa de Dios, a la sinagoga, en este caso, me pregunto: ¿qué vamos a buscar a la iglesia? ¿Qué escuchamos en ella? ¿Qué aprendemos allí? Parece que en el tiempo de Jesús, las personas que se consideraban más religiosas, los escribas y los fariseos, son los más incoherentes. Muy religiosos, como decimos por aquí, pero poco humanitarios. Hoy, un hombre en su asamblea está con la mano paralizada y Jesús lo sanó. Y ellos se preocupan por si qué día es, si es sábado, entonces el necesitado que se joda. Jesús pregunta: ¿qué está permitido hacer el día sábado, el bien o el mal, salvar una vida o perderla? Nosotros respondemos: no hay día ni lugar para hacer el mal, todos los días y todos los lugares son buenos para hacer el bien y sin mirar a quién.
Lo que hace Jesús le va a costar caro. Le va a costar la furia de sus adversarios, de aquellos que no tienen la mano paralizada, sino el corazón y la mente. Cuando tenemos un corazón de piedra, somos incapaces de hacer el bien. Necesitamos, como el profeta Ezequiel profetizaba, que Dios arranque el corazón de piedra y ponga en nosotros un corazón de carne. Que tu espíritu, Señor, como dice la canción de Julián Ci, arranque de cuajo este yo pecador y nos dé un corazón de carne. Pensar que Dios creó al hombre con el corazón para amar y vaya a saber por qué mecanismo interno este se va secando, van desapareciendo los sentimientos más elementales como la compasión, la ternura, la misericordia. Las normas y las leyes deben brotar del amor para ayudar al hombre, no para hacerlo sufrir. Ese es el pensamiento de Jesús. El sábado, ayer, el domingo, hoy es un día muy querido por Dios, para el hombre, para que lo honre, para que lo alabe, para que le dé gracia, para que lo disfrute en familia, en amistad, y también para hacer todo tipo de bien. ¿Qué diríamos si los hospitales, sanatorios y clínicas estuvieran cerrados porque es domingo? ¿Qué diríamos nosotros? Pidamos al Señor no ser fundamentalistas ni rígidos. Pidamos hacer siempre el bien y sin mirar a quién.
Y que la bendición de Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.

Comments